Entrega de la piqueta de prospector

Una carta del Dr. Norman B. Keevil

En octubre, el Dr. Norman B. Keevil se retiró de su rol como Presidente del Directorio de Teck, cuando "pasó la piqueta de prospector" al Presidente entrante Dominic Barton, tras una extraordinaria carrera de más de 50 años al servicio de Teck.

Dr. Norman Keevil

Fue con emociones encontradas que anuncié mi retiro del cargo de Presidente de Teck Resources a partir del 1° de octubre de 2018. Ha sido un privilegio servir a Teck por más de medio siglo, a medida en que creció desde sus pequeños comienzos hasta convertirse en la compañía minera diversificada más grande de Canadá, con operaciones a través de las Américas. Qué viaje, y con qué buena gente tuve que trabajar en esta compañía, así como con nuestros diversos socios de exploraciones, operaciones y comunidades.

Pero para cada uno de nosotros llega el momento de dejar la silla de montar, dejándosela al siguiente jinete en el viaje. Me alegré de haber podido escribir algunas de las historias que hicieron grande a esta compañía en mi libro de 2017, "Never Rest on Your Ores" ("Nunca te duermas en tus minerales"). Tal vez estas ayuden a inspirar a los que siguen, en Teck y otras compañías mineras, a medida que construyen para el futuro. 

Me alegró especialmente traspasar la presidencia de Teck a Dominic Barton, uno de nuestros grandes canadienses y un verdadero líder mundial. Su carrera como asesor de negocios, académico y gubernamental, que se ha extendido desde Canadá hasta China, Corea del Sur y otras partes de Asia, así como también el Reino Unido y puntos intermedios, culminó en tres mandatos sin precedentes como Director General Global de McKinsey & Company, un cargo del que se retiró en julio de 2018. Entusiasta y tranquilo al mismo tiempo, conocedor y enfocado, él, como Presidente, le hará bien a Teck mientras esta histórica compañía continúa avanzando.

En "Never Rest on Your Ores", conté cómo Teck-Hughes comenzó hace más de 100 años con el descubrimiento de oro de James Hughes en el lago Kirkland, más o menos al mismo tiempo en que mi padre nació en una familia de inmigrantes británicos en el interior de Saskatchewan. La primera parte del libro siguió la evolución de esos dos eventos separados durante los siguientes 50 años: Teck-Hughes como minero de oro, y mi padre como profesor universitario que se convirtió en geofísico consultor y eventualmente descubrió una mina de cobre en Temagami.

Estos dos caminos entonces se juntaron a principios de la década de 1960 con la combinación de Temagami, Teck-Hughes y una nueva compañía productora de petróleo, Canadian Devonian Petroleums (CDP), para crear Teck Corporation, y así comenzó una nueva era. Las historias a partir de ese momento podrían llenar un libro y, efectivamente, lo han hecho.

El Dr. Norman Keevil Sr. en la portada de The Northern Miner en 1953.

La mina Temagami era de tamaño pequeño, pero contenía el mineral de cobre de mayor ley jamás encontrado. Es importante destacar que los dos primeros yacimientos se encontraban en la superficie, de modo que Temagami pudo ser desarrollada de forma económica sin tener que perder el control cediéndolo a una de las principales mineras establecidas. Nos permitió comenzar y mantenernos independientes por el tiempo suficiente para comenzar a construir algo nuevo y significativo en la minería canadiense.

El subtítulo del libro es "Building a Mining Company, One Stone at a Time" ("Construyendo una empresa minera, una piedra a la vez"). Deng Xaioping, el líder chino de la década de 1980, estaba decidido a cuadruplicar el PIB de China en 20 años y, cuando se le preguntó cómo lo haría, dijo: "Cruzaremos el arroyo, una piedra a la vez". Se trata de un plan adecuado, en el que el éxito en la construcción suele ser una cuestión de adaptabilidad a medida que surgen oportunidades o dificultades, y a medida que las mareas cambian.

Pero puede tomar tiempo desarrollar una nueva estrategia. La segunda parte del libro se titula "Intermezzo" ("Intermedio") por una razón, porque cubrió un período lento y relativamente desenfocado en la década de 1960 entre la creación de Teck Corporation y la siguiente fase en la que Teck comenzó a despegar.

Esta parte comenzó con otro pequeño descubrimiento de plata en la histórica ciudad de Cobalt. Bueno, esto es bastante fácil, llegamos a pensar. Así es que, como exploradores naturales y contratistas, pasamos la mayor parte de una década pensando que seguiríamos trabajando para nosotros. Además, la producción de petróleo que CDP había aportado era estable y pagaba el alquiler. Fue sólo después de años de agujeros secos y pequeños éxitos, junto con el trabajo como consultores a financistas como ITT y Bessemer Securities, que nos dimos cuenta de que podría haber una mejor manera.

A veces hasta las personas más inteligentes pueden tener dificultades para encontrar la estrategia correcta cuando se ven arrojadas de pronto en un nuevo entorno. Habíamos estado haciendo lo que conocíamos bien, pero después de diez años las acciones de la nueva Teck Corporation seguían vendiéndose exactamente donde estaban al principio, pagando un modesto dividendo, pero habiendo presentado poco crecimiento. Todavía éramos bastante buenos en exploración y contratación, pero aún no éramos expertos en construir una compañía minera duradera.

Mientras tanto, Placer Development estaba creciendo muy bien como el principal desarrollador de minas de Canadá. Yo había tenido la suerte de trabajar allí diez años antes, y de conocer a Bob Hallbauer cuando él era el superintendente de la mina y yo era geólogo de exploraciones. Así, a finales de la década de 1960, cuando necesitamos de un nuevo jefe de operaciones mineras, Bob aceptó unirse a nosotros.  Pero casi lo primero que dijo fue: "Tienen sólo tres minas pequeñas con una vida promedio de dos años de reserva de minerales. ¿Cómo esperan construir una gran compañía minera a partir de eso?" Él tenía razón. Habíamos pensado en eso también, y eso llevó a Teck Corporation a hacer un cambio consciente de explorador/contratista a desarrollador de minas.

Pensamos que parecía una buena idea, pero era más fácil decirlo que hacerlo. Por un lado, no teníamos ninguna nueva mina potencial para desarrollar. Así fue que tuvimos que salir a buscarlas, no a través de la exploración de base que habíamos disfrutado y a la que estábamos acostumbrados, sino negociando la adquisición de propiedades de desarrollo que pudiéramos encontrar y costear, y que por una razón u otra estuvieran disponibles, y teníamos que hacerlo mientras aún teníamos tiempo.

Necesitábamos reforzar nuestro equipo de ingeniería para ser desarrolladores creíbles, y Bob Hallbauer ayudó a reunir a un gran número de personas, algunas de Placer y otras de otros lugares, para aumentar nuestro equipo existente. Además, necesitábamos reforzar nuestra capacidad financiera para poder funcionar.

Más adelante describiríamos las tres claves del éxito de cualquier empresa minera como las reservas de mineral, las personas y la solidez financiera, pero fue un desafío armar todo esto desde cero. Tuvimos que hacerlo piedra por piedra, y la tercera parte del libro trata de cómo se hizo.

Durante los siguientes 15 años, construimos siete nuevas minas en una serie de propiedades, comenzando con zinc en Terranova, niobio en Quebec, cobre en Afton y Highmont en C.B., carbón metalúrgico en Bullmoose en C.B., y oro en Hemlo en Ontario.  También adquirimos una participación importante en la mina de Lornex en Highland Valley. Al igual que con Placer Development antes que nosotros, todas las nuevas minas entraron en funcionamiento a tiempo y dentro del presupuesto.

El otro elemento clave que ayudó a nuestro éxito en esos días fue la voluntad de buscar buenos yacimientos de mineral en cualquier producto básico, en lugar de limitarnos a uno o dos. El sentido común dice que esto significa más y mejores oportunidades para consideración que las que habría para cualquier compañía que se fije en un solo producto.

Bob Hallbauer, un ícono en la minería.

David ayudó a reconocer la gravedad potencial de la inminente recesión y nos salvó la vida al liderar un importante programa de desinversión y asociación de proyectos no centrales desde el principio, mucho antes de que la recesión se hiciera sentir. Como resultado, mantuvimos nuestra pólvora seca y, mientras que otros estaban débiles cuando los tiempos estaban en su peor momento, ello nos permitió adquirir el control del descubrimiento de oro Hemlo que nos llevó a dos de nuestras minas más importantes de esa época.

David era un hombre de números y nunca le gustó la exploración. Una vez preguntó, muy seriamente: "¿Por qué no solo exploras los prospectos exitosos y dejas fuera a todos los demás?".

Eso no parecía muy práctico, y decidimos darle una lección sobre el azar llevándolo a pescar a Dent Island un año. Parafraseando a un viejo director retirado de Teck: "David puede haber sido muchas cosas, pero pescador no era una de ellas". Pero en realidad, David sí pescó el pez más grande, y nunca nos dejó olvidarlo.

El libro describe cómo entramos en el negocio del carbón, de cierta forma casi por accidente, cuando descubrimos y desarrollamos la mina Bullmoose en el noreste de C.B., adquirimos las minas Quintette y Balmer que estaban en bancarrota, y reabrimos esta última como la mina Elkview.

Elkview tuvo mucho éxito (y lo tiene hasta hoy) y se convirtió en el núcleo desde el que pudimos fusionarnos con las antiguas minas de carbón de Fording y consolidar el negocio de carbón metalúrgico canadiense. La sociedad Elk Valley Coal se convirtió en el segundo mayor embarcador de carbón metalúrgico marítimo del mundo.

David Thompson y yo, con el trofeo de pesca de David.

Seguimos adquiriendo una participación importante en Cominco Limited, que estaba consolidando Highland Valley Copper, y trabajamos con ella en el desarrollo de la importante mina de zinc Red Dog en Alaska. Luego ayudamos a Aur Resources a desarrollar el descubrimiento de metales base de Louvicourt en Quebec y, junto con Cominco, Teck participó en el desarrollo del yacimiento de mineral de supérgeno en Quebrada Blanca, en la alta cordillera de los Andes de Chile.

La primera vez que visité Quebrada Blanca fue a principios de la década de 1990, en aquellos emocionantes días, cuando era sólo un prospecto del que esperábamos poder hacer una nueva mina. Ahora, unos 25 años después, Teck y Sumitomo están comenzando el desarrollo de una nueva y profunda mina de cobre de US$4,700 millones, QB2, debajo del rajo abierto original de supérgeno de Quebrada Blanca.

Tomé esta fotografía en Quebrada Blanca a inicios de la década de 1990, cuando era solo un prospecto que esperábamos convertir en mina. El momento más satisfactorio para nosotros, como prospectores, es cuando eso efectivamente ocurre.

Como uno de los logros más importantes de esos 30 años de construcción de minas y empresas desde 1975 en adelante, a finales de los 90 nos unimos a Noranda Mines, Rio Algom y Mitsubishi para desarrollar la gran mina Antamina en Perú. La propiedad ha cambiado con el nuevo socio BHP que saca a Rio Algom y Glencore para suceder a Noranda, pero para Teck sigue siendo una de nuestras mejores minas, otra en la larga cadena de nuevas minas que ha ayudado a hacer de esta compañía lo que es.

Esto es sólo una pequeña muestra de las historias contadas en las casi 500 páginas del libro. Hubo altibajos, éxitos y retrocesos, honor y perfidia, y apariciones de gigantes de la industria como John Simpson y Bill James, así como de los muchos gigantes dentro de Teck cuyas contribuciones nunca deberían ser olvidadas.

Bob Hallbauer fue uno de los gigantes sobre cuyos hombros todos nosotros en Teck nos levantamos. Lamentablemente, falleció antes de tiempo, sin poder asistir a la inauguración de su mina en Quebrada Blanca.La Asociación Minera y The Mine Suppliers of B.C. han organizado un Torneo Anual de Golf Bob Hallbauer en su memoria, y el 20º torneo anual en 2016 fue ganado, tal vez como correspondía, por nada menos que por el equipo de Scott Wilson, Don Lindsay y Joan y Norm Keevil de Teck.

Hay una cosa sobre la minería que todos nosotros debemos tener en mente. Una mina o compañía minera sin reservas de minerales es una contradicción. Todas las minas comienzan a agotar sus reservas apenas comienzan a ser explotadas, y para ser sustentables tienen que encontrar y desarrollar más reservas sólo para seguir adelante, y obviamente para crecer. Lo mismo se aplica a las empresas mineras, que tienen tres alternativas: se marchitan y mueren a medida que las reservas se agotan, se arrastran reemplazándolas o crecen haciéndolo mejor que simplemente reemplazándolas. Siempre fue nuestra elección formar parte del tercer grupo.

El mundo necesita los productos que producimos: cobre para automóviles eléctricos, teléfonos celulares y muchos otros usos, carbón para hacer acero y zinc para galvanizarlo contra el óxido. Como le gusta decir a Don Lindsay: "Si no puedes cultivarla, tienes que extraerla". Alguien tiene que hacerlo. No todos podemos ser comerciantes de metal y carbón si no hay nadie extrayendo el metal y el carbón en primer lugar.

Por lo tanto, cada empleado, contratista y accionista de esta y otras compañías mineras tiene una deuda de gratitud con los hombres y mujeres que descubrieron y construyeron esas minas, con aquellos que están trabajando arduamente para extraerlas hoy en los rajos y bajo tierra, y con los exploradores para el mañana. Gracias a todos por ser parte del viaje, y buena suerte mientras Teck continúa avanzando.