María Rosario Palacios, agricultora y dirigente vecinal - Desarrollando la agricultura en el Valle de Quisma
Son catorce años viviendo en esta localidad de la comuna de Pica, donde logró poner en práctica los conocimientos con los que contaba para la producción de plantas y la implementación de un vivero en el que llegó a cultivar tomate cherry, rúcula y espinaca. En el último tiempo se ha dedicado a producir tomates, cuyo emprendimiento se ha fortalecido gracias a los proyectos que ha desarrollado a través de la Mesa de Trabajo con Teck Quebrada Blanca.
En el sector alto del Valle de Quisma vive María Rosario Palacios, presidenta de la Junta de Vecinos de esa localidad ubicada en la comuna de Pica. Ella no solamente cumple un importante rol como dirigente vecinal, sino que además es la impulsora de un creciente proyecto agrícola.
María Rosario, quien es parte de los agricultores y dirigentes que componen la Mesa de Trabajo que implementa Teck Quebrada Blanca, lleva 14 años viviendo en Quisma. “Llegamos del sur a vivir en una parcela en Iquique, la que después se vendió. En ese momento necesitábamos un lugar amplio para vivir con todo lo que teníamos en ese lugar y nos interesamos por venirnos a la comuna de Pica. Así llegué a Quisma y aquí me quedé”, recuerda María Rosario.
Estudió Diseño y Paisajismo en Santiago, donde adquirió los conocimientos para la producción y venta de plantas en Iquique. Posteriormente, instalada en el Valle de Quisma, construyó un vivero donde llegó a cultivar tomate cherry, rúcula y espinaca, con la idea de dedicarse a la venta de productos gourmet, los que comercializó en los supermercados. Sin embargo, en ese momento enfrentó su primera dificultad: “Eran buenos los productos pero la actividad era muy sacrificada. Trabajábamos mucho para hacer la entrega de productos a tiempo a los supermercados de Iquique, y ser proveedor a ese nivel exige tener una infraestructura especializada y con más personal. Nosotros teníamos un emprendimiento mucho más pequeño, por eso cambiamos este rumbo y nos inclinamos por productos de consumo masivo”, explica la agricultora, quien hoy en día se dedica a producir tomates, lo cual es su principal sustento económico.
Pese a la dificultad, el cambio que hizo en su producción la favoreció positivamente. “Preferí dedicarme a la producción de tomates porque es un producto masivo. En un principio fue difícil sostener este negocio porque el proceso requiere de muchos cuidados. Son cosas que se han superado y en este momento tengo una buena producción”, sostiene.
Trabajo en conjunto
Agrega que ha tenido apoyo de parte del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap Tarapacá) para impulsar su actividad, además de participar en la Mesa de Trabajo de las organizaciones de este valle y Teck Quebrada Blanca, instancia que le dio la oportunidad de realizar un sondaje en su predio agrícola para extraer agua que le permite a ella y a los demás agricultores de Quisma contar con este vital elemento para sus cultivos. “Lo único que hay que hacer es trabajar para salir adelante”, asegura.
La dirigente vecinal reconoce que el principal problema en este rubro es solventar los altos costos de la energía que se requiere para el proceso de extracción de agua para regadío. “Cuando no hay cosecha, el costo de la energía se hace muy alto y se gasta mucho dinero en electricidad. Es una necesidad contar con paneles solares para tener un proceso más eficiente, con energía más limpia, económica y de larga duración. La idea es concretar proyectos importantes, especialmente para favorecer el riego de los cultivos de cada agricultor”.
Pie foto: María Rosario Palacios encontró en el Valle de Quisma una nueva oportunidad de reinventarse y de impulsar la tradición agrícola de la zona.
Destacado:
El Valle de Quisma está ubicado en la comuna de Pica y está distante unos 10 kilómetros del centro del oasis. En los últimos años, esta zona ha recobrado su antiguo valor agrícola.
A comienzos del siglo XX, el Valle de Quisma era habitado por unas 800 personas, quienes se dedicaban al cultivo de frutas y verduras para comercializarlas en las oficinas salitreras de la época; dado el interés de los actuales vallesteros, esta localidad podría retomar su carácter productivo a mayor escala.
Pie foto: Los tomates son su producto estrella y principal fuente de su sustento económico.
